16 de abril de 2012

El riesgo sanitario que supone la presencia de la oruga de la procesionaria en áreas urbanas

El contacto puede producir dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticaria.

La oruga de la procesionaria reaparece cada año al comienzo de la primavera. Ataca sobre todo a los pinos. Este invierno, mucho más suave y seco ha favorecido el aumento del número de larvas este año.

Esta especie se caracteriza por estar rodeada de unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire, lo que produce irritación en la piel, nariz y ojos. Si se produce un contacto directo con la oruga, su pelo se clava en la piel y libera un producto tóxico que genera la liberación de histamina en la persona o animal afectados y, en consecuencia, la reacción alérgica.

Se deben extremar las precauciones en zonas con presencia o paso de niños o perros.

Hay varias posibilidades de tratamiento: trampas de feromonas, barreras físicas, destrucción de bolsones, … y, para nosotros, la que tiene prácticamente un 100% de efectividad: ENDOTERAPIA. En este enlace puedes ver una presentación del proceso, se realiza de manera preventiva en otoño y cuando llega la primavera no se llega a ver ninguna larva.


En la elección del tratamiento se valorarán el momento del ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano.
Por ejemplo, en primavera, no hay más remedio que acudir a productos de contacto, como el Bacillus thuringiensis, puesto que la oruga ya está saliendo del árbol para enterrarse en el suelo. La endoterapia, totalmente inocua para el ser humano y los animales, solo se debe realizar en otoño, en el momento en que las larvas se alimentan del árbol.

http://www.entraycompra.es/procesionaria/index.php